El funeral del deseo
Introduje la jugada maestra y apagué la luz de las farolas, ahora; soy más feliz, escribo menos, estoy de vacaciones y, todo mengua mientras un gato se asoma a la ventana y maúlla una patética canción de moda en los 90.Antes era así, hasta que me miré en el espejo y vi una piedra, me equivoqué, era un principio de joya, pero me sentí pared. Por eso y sólo por eso, decidí volver a llorar. Y entre tanta agua derramada terminé por olvidarme que la misión era inundar el planeta. Así, aprendí a bucear,¿te dije alguna vez que no hay nada como bucear y después hacer el amor, o, hacer el amor bajo/ dentro/ en el agua, y perderse en un/tu cuerpo mojado?
No, ya no hay inicios de historias que no conozca, las he palpado todas, la sorpresa me grita dolores de cabeza, persistentes en el lateral derecho, migraña de la historia del jamás. Me aburren tus silencios de arena que nunca se callan, caprichosos, vulnerables...sin sentido en un corazón que late.
Te tatué las noches con besos en la frente, con caricias de labios sedientos de ti, mi boca de pez dormida en tu alma, y tú, me regalaste cada segundo de inspiración, los mejores que he tenido y...me quedé vacía. Brillé como una estrella y se me oscureció el corazón, y no es tu culpa no, fui yo quien bajó la guardia de nuevo. Por no poder ver mi luz casi te regalo mi oscuridad.
Me escondo en el armario por que desde aquí todo se ve más fácil, ahí va mi nota bajo la puerta, pero no me pidas que salga, no ya, por que creo, que vuelvo a ser la verdadera. No insistas en hablarle a mi reflejo en los cristales, ya no existe, se ha ido. Nunca debió volver, pero lo hizo, y ahora que ventilo los apegos, veo que la pasión se me calló por la ventana, sólo me queda saber como llegar al equilibrio entre la loca excitada que sentía a cada segundo y viajaba cada noche hasta tus brazos, y esta, que se siente tan feliz, y controladora, que ahora se obliga a escribir... por que de nuevo le ciega el sol que habita en su pecho.
Nadie me escribe como tú...y eso asusta, por que eso que me aterra de ti...vive en mi...y no se si gritar vivas, o llorar...o.
¿Podré volver a escribir sin tu pasión saltando en mi vientre duende?
H de L