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Solo de Literatura para Hechicera de Luna y Orquesta

Poemas H de L

DESAHOGO PATÉTICO-NECESARIO PARA EMPEZAR DE CERO

DESAHOGO PATÉTICO-NECESARIO PARA EMPEZAR DE CERO Y así cuando regresé, descubrí que
tú, ya no, que ahora: otro, y tú más tú: dos,
y en tierra adentro no se puede hacer surf.

Aún con dudas en las yemas, y más miedo que magia,
o ganas de mentirme para no saberme burlada-creo en ti-
esperé hasta caer de bruces en el charco de tu indiferencia
donde, encontré estás viejas palabras vacías expuestas,
vendedor de humo a voces, ahí tu oferta lanzada
y yo, arañando la memoria de las piedras,
habitando el instante eterno de un silencio
que encierra miles de palabras, cuchillos afilados
desangrándome el alma, tapando mis oídos
para no escuchar esta ausencia que no calla,
“chitssss,chissstttt”,eso, afonía a gritos
u,océanos de palabras para sordos.

Quedo rota en un estornudo de dolor,
en la ciega visión de no ver nada/demasiado,
o, en la carrera que me lleve al final del camino
donde tú sí, y yo, y el primer paso al unísono

Etxean,2005-05-10
H de L

Re-correr(te)

Re-correr(te) Será esa noche
en la que mis dedos
vuelvan a colorear olas
sobre tu piel, la misma
en que me sumerja
en tus océanos
mi amor del mar...

Dibujar mapas,
dejar pistas,
saber que encuentras
las llaves de mis cerraduras,
delimitar caminos
con mi lengua
sobre tu espalda de sal...

Hay un caracol recorriendo caminos de plata...

H de L

Amor suicidándose(me) por la espalda

Amor suicidándose(me) por la espalda Toc-Toc.
Y la portada de su libro se abre de par en par.

Los fantasmas les han descubierto desnudos,
tan transparentes, tan plenos/llenos…
Tan vulnerables.
Se han colado entre los párrafos,
sobrescribiéndolos.
Apuñalados, se desangran significados,
transformándose.
Un acento aquí, otro allá, sembrando dudas.

El uno/a el otro/a se han tirado las plumas,
con las que inventaban futuros en rosa
con sonrisas en el mar, ante la realidad de la caretas
que les invadieron el alma.

Letras escritas con sangre de dos que fueron un solo corazón,
Agazapada e inmutable su verdad, ahogando promesas en pozos de silencio.
Huidas, cadenas de lágrimas enmoheciendo los márgenes.
Y ese cansancio convencido, ¿para qué luchar más?

Un libro abierto espera su eternidad de hojas en blanco
antes de que el terrible verde escriba la última palabra.
Te dejo una goma de borrar en el alfeizar de tu ventana,
Yo empuñaré el lápiz, por si aún es posible rescribirme.

Bilbon, 2005/03/08
H de L

Dentelladas al aire

Dentelladas al aire




¡He aquí mi sed que aúlla sobre mi voz ya muerta!
¡He aquí los cauces locos que hacen girar mis hondas!
NERUDA.



 



DENTELLADAS AL AIRE

Muerdo los cristales de niebla
que me ocultan tus labios,
en este mismo momento en que
tus manos vuelan sobre mi cintura.

Como el eco hacia el grito,
como las lágrimas al sollozo,
hacia tus ojos ocultos por sombras,
hacia tu cuerpo que invento entre mis dedos.

Y me dan ganas de gritarle al viento tu nombre,
y perfilarte corazones entre las nubes,
mientras, mi alma eternamente en ti,
deja mi vestido de piel abandonado
sobre esta arena que me está convirtiendo en desierto.

Ya adelanté las huellas borradas por este torrente
que reside ahora en mi pecho, habitándome.
Más leña en mi fuego y contigo, me quemo,
que derrumbas mis columnas y muros, con tu amor,
que también promete romper mis cadenas.

Mi vértigo va más allá del miedo, he cruzado
los puentes del desafío, y allí, en medio , te siento.
Y ahora no encuentro motivos para congelar el llanto,
estoy empapada de tu saliva tibia, del baile sin mascaras
donde convertimos nuestros sueños, cayendo gota a gota,
en estanques fértiles de realidades aún dormidas
en un eterno para cuándo, cuándo...
Susurro, pregunto, grito, me desespero, y hasta la interjección
infinita pierde fuerza ante el contacto con tus dedos.

Me estoy comiendo mis propios labios a falta de comértelos a ti.

H de L

Silencio de cuerda con sombrero

El hermano pobre de los hombres viste de traje oscuro,
a menudo, guarda silencio, mata esperanzas.
Los dientes desgarran los grises ,
los dedos secan lágrimas .
Los sueños intentan sobrevivir
recordando que las almas no tienen sombra,
su reflejo se ve en el brillo de sus ojos.
Un ácido e incomprensible retroceso de las alas,
batiéndose en duelo
y suspiros vegetales con aromas agrietados.
Tú besándome con los ojos,
yo respondiéndote cada beso
mientras te dedico este solo para guitarra,
desde las arterias .

H de L

Hasta encontrarte la boca...

Hasta encontrarte la boca... He abandonado los pinceles, los colores,
he dejado a un lado el lápiz, la pluma, la tinta,
el teclado me lo comí...
Y por no poder acariciar tu cuerpo,
a golpe de yema,
a suavidad húmeda de lengua saboreándote,
ahora me dedico a la escultura.
Y en un trozo de masa informe paso la horas,
contorneándote a tiralíneas,
quitando a arañazos el barro que sobra,
hasta que sí, ahora, mi discóbolo eres tú...
y te espolvoreo de chispitas mágicas,
y oigo el latido de tu corazón.
La camiseta manchada de arcilla,
mis dedos, húmedos,
acariciándote los hombros,
dando la forma exacta en tus glúteos,
masajeándote los pies,
pasando mis labios por tu ombligo,
sentido ascendente...
Hasta encontrarte la boca...

H de L

Tarde de chimenea.

En su costumbre de sueños y desmedidas noches,
Su alma desobediente, su preparada palidez,
Duermen con él por último, y él duerme.
PABLO NERUDA.

TARDE DE CHIMENEA

Fuera;
frío, bruma, nubes desintegrándose sobre el bosque dormido.
Un perro ladra a una vaca que le dedica una mirada gélida,
mientras mastica otro día de lluvia.
Dentro;
necesariamente me busco en el fuego, me convierto en llama,
templándote el rostro,
caracoleando en este río de troncos desordenados
sobre una alfombra infinita de cenizas, rojas.
Ardo.

Sobre la rama seca que alimenta esta hoguera,
construyo un nido tejido con sueños
y me consumo a base de ilusiones.
Un cuco canta opera alejando los fantasmas de los extremos ansiados,
colocándome en la balanza del equilibrio.
Me templo.

El relámpago rasga el negro del cielo, lo divide en dos,
y la nubes lloran de nuevo en medio de la confusión,
del deseo,
del árbol borroso visto a través del último modelo en gafas
creadas a base de cristales de niebla.
Me enfrío.

Una guitarra gime sobre un campo de sombras,
despejando dudas.
Un grifo se abre salpicando las ilusiones de un girasol,
que fecundo,
siembra de pétalos de colores estas sabanas ahora vacías.
Vuelvo a templarme.
( Mientras de fondo , el batir de un huevo rompe el silencio).

Y en las idas y venidas de tus besos,
siento el fuego, de nuevo, en mi núcleo,
avivado por el palpitar en mi regazo,
mientras miles de pinceles me dibujan una sonrisa en los anhelos.
Estoy ardiendo
(Te deseo).

H de L

Re-correr(te)

Re-correr(te) Será esa noche
en la que mis dedos
vuelvan a colorear olas
sobre tu piel, la misma
en que me sumerja
en tus océanos
mi amor del mar...

Dibujar mapas,
dejar pistas,
saber que encuentras
las llaves de mis cerraduras,
delimitar caminos
con mi lengua
sobre tu espalda de sal...

Hay un caracol recorriendo caminos de plata...

H de L

El mundo según el barquero

El mundo según el barquero Primaveras lluviosas a ambos lados del cielo,
un pájaro carpintero picotea una nube.
Desangrándose en una cortina de lágrimas reblandece la tierra,
que se convierte en un cenagal de lodo y sangre.
El barquero queda encallado en un banco de brazos,
movimientos desesperados intentan asirle y arrastrarle.
Neptuno resurge de las profundidades con los ojos cegados,
En su titánica huida choca contra la proa, volcando la barca.
El barquero herido queda semiinconsciente.
Un látigo le golpea las sienes.
Una zona dormida de su cerebro es activada,
los recuerdos invernando tras su retina, se suceden en imágenes;

los días de ceniza,
ella sonriéndole por primera vez.

Vacas tomando el te,
ella lanzando besos al aire tras una cámara fotográfica.

Flores plantadas boca abajo
ella besándole los labios.

Una manada de caracoles salvajes de siete cuernos
y graffitis reivindicativos en sus cáscaras ocupando una cabina telefónica,
ella sobre él, amándole, dominándole.

Una plantación fálica,
ella su jardinera fiel.

Un hombre pegado a una lágrima,
ella diciendo adiós.

Una casa abandonada, compartimentos estancos,
una habitación vacía.
El barquero yace sobre la tierra que sangra...

H de L

Poema sumergido

Poema sumergido El brillo de tus ojos sustituyó farolas
dormidas en cuevas, donde jamás amanece.
Un gallo cantó el final del deseo,
mientras sirenas perdidas en aventuras lumínicas
abren paso al amor, agazapado en el fondo ,
entre los corales que protegen nuevos sentimientos,
naciendo en las profundidades marinas,
flotando historias de para cuándo...

Brillan manantiales y nuevas auroras debajo de la mesa,
el deseo regurgita forraje seco que nos sirva de lecho.
Hoy el cielo es más azul y una puerta se abre...

La campana toca la canción conocida.
Me calzo mis botas de plomo,
simplemente, por que temo amarte, pero
tu mano se pierde ya, al final de mi espalda,
tus dedos en mi, tus labios...

Sentirte...
Como al bohemio seduciendo poemas
en un acuario, donde la humedad de mis letras
se pierde tras un barco a la deriva...

H de L

Acabando por

Acabando por Los proyectiles de agua
despiertan los deseos,
retenidos en los puños.
Placeres fluviales desbordan
carretas intrusas, que se deslizan
por caminos a ninguna parte.

Desprovistos de disfraces,
se rozan, se palpan,
aún cubiertos del barro que llovió anoche,
aún arrastrando palos, moho y basura
se sumergen, en ellos,
y ahí , se encuentran.

Él se aquieta, se relaja,
ella, desliza sus dedos
en la catarata que reside en su pecho;
la abre, se introduce ,le invade,
y ahora: le sabe, le siente, le vive.

Quiere el océano inundarnos ,sí.
Que por fin podamos vivir(nos) siendo uno,
como bálsamo de nuestras humedades.

(Te deseo. Te deseo. Te deseo)

H de L

Reflexiones de una merluza

Reflexiones de una merluza Lo fácil...
lo fácil es tocarte, palparte,
calmar tu deseo, mi sed de ti.
Eso es lo sencillo. Lo difícil es: amarnos
sin cuerpos, amar tu ser, amarte por dentro,
puro e incondicionalmente, eso sí es una prueba.

¿Alguna vez alguien te amó
como eres, tu esencia, sin
exigir nada a cambio?

Sin pedir(te)

¿Te preguntaste de qué hablan los peces en el fondo del mar?

H de L